La introducción en España de la plaga exótica, Tuta absoluta, en cultivos de tomate ha supuesto un grave problema para la viabilidad de los mismos, especialmente los llevados a cabo en ciclos de primavera-verano. Se ha puesto a punto un método de control biológico mediante la utilización de una especie autóctona, Trichogramma achaeae, que parasita los huevos de la especie plaga. El método ha sido validado en más de 20 cultivos en invernaderos en España de forma que es totalmente viable y está disponible comercialmente. A su vez, en cultivo de tomate al aire libre, donde los trabajos están menos desarrollados, se apuntan las futuras lineas de utilización de la lucha biológica contra esta plaga.